Una clase sobre los secretos de la infusión, sus sabores y aromas en forma teórica y práctica para distinguir los distintos componentes de la yerba, la cura de la calabaza, el mate propiamente dicho, de la bombilla, su preparación y manera de cebar.
La verdadera cultura de la yerba para cebar un mate, ese ritual de compartir un valor que los guaraníes tenían muy arraigado en sus costumbres y como la yerba mate fue un descubrimiento de ellos, lo trasladaron al ritual por eso es que compartimos el mate, que es el antioxidante número uno que tenemos, es anticolesterolémico, es un muy buen energizante natural y un muy buen aliado de las dietas porque facilita la diuretis, es un alimento, tiene una gran cantidad de vitaminas del grupo B y no causa ningún tipo de adicción.
El argentino, toma mucho mate, pero conoce muy poco sobre la yerba mate, para identificar su calidad es necesario un análisis sensorial, hay que mirarla, tomar su aroma, tocándola, degustando.
En principio, ninguna yerba es para mate dulce, hay que degustarla en su estado natural, sin azúcar, la calabaza, recipiente, debe ser en forma de pera invertida, tiene que estar bien curada, para ello se tiene que poner ¾ de yerba nueva, llenarlo con agua caliente, dejarlo toda una noche, al otro día limpiar suavemente con una cuchara, colocar nuevamente yerba y agua, así durante 14 noches; para limpiarlo, luego de usarlo, enjuagar ligeramente con agua y dejar secar boca abajo.
No usar calabaza forradas ni con cuero ni material alguno, que la dejan vistosas, pero no deja respirar la calabaza; tampoco usar mate de madera, de cerámica, acero, el único recipiente aconsejable es el de vidrio que es inocuo; la bombilla debe ser de acero inoxidable, alpaca o plata y debe curar una vez por mes, con agua caliente y bicarbonato de sodio dejándola durante media hora; para comenzar el mate se debe mojar la yerba con un chorro de agua fría, dejar un ratito, colocar la bombilla hasta el fondo, agregar otro chorro de agua a la temperatura normal de cebar que son 80 grados y dejar un ratito, a partir de allí iniciar la toma.
La verdadera cultura de la yerba para cebar un mate, ese ritual de compartir un valor que los guaraníes tenían muy arraigado en sus costumbres y como la yerba mate fue un descubrimiento de ellos, lo trasladaron al ritual por eso es que compartimos el mate, que es el antioxidante número uno que tenemos, es anticolesterolémico, es un muy buen energizante natural y un muy buen aliado de las dietas porque facilita la diuretis, es un alimento, tiene una gran cantidad de vitaminas del grupo B y no causa ningún tipo de adicción.
El argentino, toma mucho mate, pero conoce muy poco sobre la yerba mate, para identificar su calidad es necesario un análisis sensorial, hay que mirarla, tomar su aroma, tocándola, degustando.
En principio, ninguna yerba es para mate dulce, hay que degustarla en su estado natural, sin azúcar, la calabaza, recipiente, debe ser en forma de pera invertida, tiene que estar bien curada, para ello se tiene que poner ¾ de yerba nueva, llenarlo con agua caliente, dejarlo toda una noche, al otro día limpiar suavemente con una cuchara, colocar nuevamente yerba y agua, así durante 14 noches; para limpiarlo, luego de usarlo, enjuagar ligeramente con agua y dejar secar boca abajo.
No usar calabaza forradas ni con cuero ni material alguno, que la dejan vistosas, pero no deja respirar la calabaza; tampoco usar mate de madera, de cerámica, acero, el único recipiente aconsejable es el de vidrio que es inocuo; la bombilla debe ser de acero inoxidable, alpaca o plata y debe curar una vez por mes, con agua caliente y bicarbonato de sodio dejándola durante media hora; para comenzar el mate se debe mojar la yerba con un chorro de agua fría, dejar un ratito, colocar la bombilla hasta el fondo, agregar otro chorro de agua a la temperatura normal de cebar que son 80 grados y dejar un ratito, a partir de allí iniciar la toma.
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